Lo afirmó el Papa en el Mensaje para la Jornada de los Pobres que se celebrará el 17 de noviembre.
"¡Cuántos nuevos pobres produce esta mala política hecha con las armas, cuántas víctimas inocentes! Sin embargo, no podemos retroceder. Los discípulos del Señor saben que cada uno de estos 'pequeños' -subrayó el papa Francisco - lleva impreso el rostro del Hijo de Dios, y a cada uno debe llegar nuestra solidaridad y el signo de la caridad cristiana".
En su mensaje, el Pontífice resaltó además que "Dios no se olvida de los pobres" "A los pobres que viven en nuestras ciudades y forman parte de nuestras comunidades les digo: ¡No pierdan esta certeza! Dios está atento a cada uno de ustedes y está cerca. No te olvida y nunca podría hacerlo. Todos experimentamos una oración que parece quedar sin respuesta. A veces pedimos ser liberados de una miseria que nos hace sufrir y humillar, y Dios parece no escuchar nuestra invocación. Pero el silencio de Dios no es una distracción de nuestros sufrimientos; más bien, custodia una palabra que pide ser acogida con confianza, abandonándonos en El y a su voluntad", subrayó el Papa Francisco.
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