"En sus diez años de servicio, la Comisión ha visto a los líderes de la Iglesia ser el blanco de acciones y/o inacciones administrativas pasadas que han perjudicado aún más a las víctimas/sobrevivientes de abuso sexual. Esta realidad revela la necesidad de un procedimiento disciplinario o administrativo que proporcione una vía eficiente hacia la renuncia o destitución del cargo", indica el Informe anual de la Comisión Pontificia.
Asimismo, considera que un documento del Magisterio "como una encíclica dedicada a la protección de los niños y de los adultos vulnerables en la vida de la Iglesia" es "deseable".
La Pontificia Comisión para la Protección de los Menores subraya, en su informe anual, "la importancia de la indemnización a las víctimas/sobrevivientes, como compromiso concreto para su camino hacia la recuperación".
La Comisión explica que "la compensación en la Iglesia no se reduce sólo a los aspectos financieros, sino que incluye un espectro mucho más amplio de acciones".
"De hecho, como lo demuestra el trabajo local de la Comisión, varios aspectos, como el reconocimiento de errores, las disculpas públicas y otras formas de verdadera cercanía fraternal a las víctimas/sobrevivientes y a su comunidad son a menudo incluso más importantes", indica.
Por lo tanto, la próxima edición del Informe investigará "el pilar de las reparaciones", pero "las reparaciones económicas siguen siendo particularmente relevantes - se subraya - y la Comisión seguirá ofreciendo su cooperación a los órganos clave de la Iglesia para que se apliquen procedimientos estandarizados y conocidos desarrollado más integralmente".
En general, la Iglesia europea no ha logrado los avances deseados en la lucha contra los abusos.
"Si bien, por un lado, se han realizado algunos estudios serios en las Iglesias locales sobre la prevalencia de los abusos con un compromiso avanzado de protección, en varias partes de la región persiste una ausencia de estadísticas fiables sobre el alcance de los abusos cometidos por clérigos y religiosos", subraya el informe.
También se aborda la cuestión del abuso dentro de los conventos.
"Los hombres y mujeres religiosos deben enfrentar los desafíos asociados con la convivencia con una persona acusada de abuso dentro de su comunidad religiosa y, al mismo tiempo, deben acompañar a la víctima/sobreviviente y procesar la denuncia conforme al derecho civil y canónico", indica el texto.
El Informe también destaca "la falta de mecanismos de denuncia accesibles y la falta de seguimiento dado a dichas denuncias por parte de las autoridades eclesiásticas".
Por lo tanto, "hay frustración entre las víctimas/sobrevivientes debido al manejo de sus casos por parte del sistema canónico".
"Incluso en países donde existe un alto grado de eficacia en el ámbito de la justicia civil, el respeto de la Iglesia por el poder reservado a los Estados - que implica esperar a la conclusión de un proceso penal por parte del Estado antes de proceder con el canónico, como también explícitamente está indicado por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe en el Vademécum de 2022, como una práctica establecida desde hace mucho tiempo-, es visto por muchas víctimas como un nuevo silencio por parte de la Iglesia", destaca la Comisión.
"Los grupos de víctimas informan que en algunos países - dice el Informe en referencia a la situación europea - la reputación de la Iglesia parece tener prioridad sobre la protección de las víctimas/sobrevivientes".
Tras la presentación del informe, hubo una rueda de prensa en el Vaticano en la que participó Juan Carlos Cruz, promotor de los derechos de los sobrevivientes de abusos clericales en el mundo, él mismo víctima de pedofilia cuando era niño.
"Agradezco al Papa Francisco por cuidar de los sobrevivientes, por comprometerse con este esfuerzo", afirmó.
"Nunca pensé que llegaría este día. Si me hubieran hecho esta pregunta hace quince años, cuando comenzó mi lucha, nunca hubiera dicho que podría haber logrado este resultado", dijo Cruz, agradeciendo al pontífice y a la Comisión por el compromiso contra los abusos por parte del clero.
"Verdad, justicia, reparación, son palabras que en el pasado fueron tabú en muchos lugares. Hablo como víctima, como sobreviviente, muy afortunado y privilegiado de estar al lado de estas personas a las que respeto enormemente", dijo hablando de la Comisión Vaticana que se ocupa de los abusos.
Por último, Cruz recordó también "a los que ya no están porque muchos se han quitado la vida, han dejado este mundo sin ninguna esperanza".
"Este es un nuevo día", concluyó.
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