"Somos conscientes de lo necesario que es redescubrir la belleza del Rosario en las familias y en los hogares. Esta oración ayuda a construir la paz y es importante proponerla a los jóvenes para que la sientan no repetitiva y monótona, sino una acto de amor que no se cansa de nunca derramarse", escribió el pontífice en un mensaje al arzobispo prelado de Pompeya, monseñor Tommaso Caputo, con motivo del 150 aniversario de la llegada del cuadro de la Virgen del Rosario a la localidad de Campania.
El Rosario es "fuente de consuelo para los enfermos y los que sufren", pero también una "cadena de amor que se convierte en abrazo para los últimos y los marginados, que eran, a los ojos de Bartolo Longo, especialmente los huérfanos y los hijos de los presos. Por eso, animo a continuar con un compromiso renovado, a través de las múltiples iniciativas del Santuario, la gran historia de caridad que él inició: es el legado espiritual más hermoso que dejó el Beato Fundador", continuó el Papa.
"Que también hoy, a la humanidad que necesita redescubrir el camino de la armonía y de la fraternidad, el Señor hable todavía a través del mensaje de la Virgen de Pompeya", exhortó.
Francisco, recordando finalmente su peregrinación a Pompeya el 21 de marzo de 2015, concluyó: "Invoco todas las gracias para la tierra de Campania, especialmente para aquellos que viven situaciones difíciles".
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