El papa Francisco escribió al nuncio en Moscú, monseñor Giovanni D'Aniello, con motivo de más de mil días de guerra y con vistas a las festividades de Navidad: "Actúo como intérprete para las decenas de miles de madres, padres y niños que lloran a sus seres queridos caídos en la guerra o se angustian por los desaparecidos, prisioneros o heridos, ya sean militares o civiles".
"Su grito se eleva a Dios, invocando paz en lugar de guerra, diálogo en lugar de choque de armas, solidaridad en lugar de intereses partidistas, porque nunca se puede matar en nombre de Dios", son las palabras del mensaje Papa relanzadas por el Osservatore Romano.
Sostiene que escribe para compartir "mi oración y mi sentido llamamiento para que la paz reine entre los pueblos y renazca en el corazón de todos los hombres, amados por el Señor".
"Desde hace más de mil días sigo con preocupación las noticias sobre el sufrimiento causado por el conflicto en esta región. La duración dolorosa y prolongada de esta guerra nos desafía urgentemente, llamándonos a reflexionar juntos sobre cómo aliviar el dolor de los afectados y reconstruir la paz", insiste el jefe de la Iglesia Católica.
"De hecho, todos estamos unidos por una responsabilidad mutua, en el espíritu de la verdadera fraternidad humana", sostiene el Papa.
El Pontífice cita a Fiódor Mijáilovich Dostoievski, uno de los principales escritores rusos, y subraya que "el sufrimiento infligido a los inocentes es una poderosa denuncia contra toda forma de violencia". Francisco subraya luego que "su grito se eleva a Dios". "Es un grito al que me uno, con el corazón apesadumbrado por las vidas destrozadas, la destrucción y el sufrimiento, y también por la grave herida infligida a la familia humana por esta guerra", destaca.
"Confío en que los esfuerzos humanitarios dirigidos a los más vulnerables puedan allanar el camino para renovar los esfuerzos diplomáticos, necesarios para detener la progresión del conflicto y para lograr la paz tan esperada", se lee en la carta al Nuncio en Moscú.
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