"La Ucrania atormentada sigue siendo golpeada por ataques contra ciudades que a veces dañan escuelas, hospitales e iglesias", subrayó el Papa en el Angelus lanzando su llamamiento: "Que callen las armas y que suenen los villancicos".
"Con dolor pienso en Gaza, en tanta crueldad, en los niños ametrallados, en los bombardeos de escuelas y hospitales. Tanta crueldad", afirmó el Papa.
"Lamento no estar con ustedes en la plaza, pero estoy mejorando. Necesitamos tomar precauciones", dijo el pontífice al iniciar el Angelus desde Casa Santa Marta.
La voz del Papa continúa ronca y cansada.
Además, desde el sábado, el Pontífice aparece en público con un audífono.
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