Esta enfermedad neurológica reconocida por la Organización mundial de la salud (OMS) en 1992 afecta en Italia a entre dos y tres millones de personas, lo que se corresponde al 3-4% de la población.
Las mociones fueron presentadas por Italia Viva (IV), Partido Democrático (PD) y Movimiento cinco estrellas (M5S).
En la moción de IV, presentada por Maria Elena Boschi, una de las peticiones que se hace al gobierno está incluir esta patología dentro de los LEA (niveles esenciales de asistencia) y reconocerla como enfermedad "invalidante", garantizando a los enfermos "la exención de la participación en el gasto" sanitario.
Se pide también crear en el ministerio de Sanidad el Registro nacional del síndrome fibromiálgico para "proceder a la recogida y análisis de los datos clínicos relacionados con la enfermedad" con el objetivo de establecer estrategias adecuadas de intervención.
Con la moción del PD, presentada por Gian Antonio Girelli, se pide al gobierno una serie de compromisos, entre ellos el de difundir el conocimiento de la fibromialgia a través de la promoción y realización de estudios clínicos.
También crear ambulatorios específicos especializados para el diagnóstico y el tratamiento de la fibromialgia, y realizar, en colaboración con las regiones, campañas de información periódicas y de sensibilización sobre los problemas relacionados con esta enfermedad.
Con la moción de M5S, presentada por Sergio Costa, se busca conseguir por parte del gobierno varios compromisos, entre ellos garantizar la inclusión de la fibromialgia en la lista de enfermedades crónicas, trabajar en la prevención del síndrome fibromiálgico, reconocer el asociacionismo específico y las actividades de voluntariado para apoyar a las personas afectadas por dicha enfermedad, y llegar a acuerdos con asociaciones empresariales para garantizar el acceso y el mantenimiento del puesto de trabajo de pacientes a través del "teletrabajo".
Actualmente, en Italia "no existe un reconocimiento de la fibromialgia como una enfermedad invalidante. Y, por tanto, no hay un tratamiento específico frente al dolor crónico que afecta a estos enfermos. Los pacientes necesitan una verdadera terapia del dolor y un tratamiento específico", dijo en el Congreso de los Diputados la diputada del PD Irene Manzi.
Por ello "pedimos que la fibromialgia sea considerada como una enfermedad invalidante y pedimos que el servicio sanitario nacional garantice los tratamientos esenciales, los diagnósticos y todos los protocolos necesarios para enfrentarse a esta enfermedad".
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