Una nueva rampa de lanzamiento se ha construido para reducir las emisiones de CO2 y respetar los recursos naturales sin afectar a las especies protegidas que viven en el bosque lluvioso que rodea la base europea de Kurú, en la Guayana francesa. Aquí es desde donde el nuevo cohete Ariane 6, de la Agencia espacial europea (ESA), está esperando su vuelo inaugural, previsto para las 20:00 horas italianas del 9 de julio.
En Kurú todo procede según el programa y la única incógnita sigue siendo, como siempre, las condiciones meteorológicas. La expectación es mucha para este nuevo cohete, el más grande que la ESA haya tenido nunca y con el que Europa recuperará su capacidad autónoma de lanzamiento al espacio. Se trata de un vuelo muy esperado desde hace tiempo, sobre todo después de que Europa se quedó sin ningún cohete suyo activo.
El más grande de su flota, el Ariane 5, se jubiló hace un año, el 6 de julio de 2023, tras una carrera de 44 años sembrada de 117 éxitos. El cohete europeo más pequeño, el Vega, fue sustituido por el Vega C, que fue obligado a una parada en 2023 después del fracaso de su segundo lanzamiento. En 2022, la ruptura de relaciones entre la ESA y la agencia espacial rusa Roscosmos después de la guerra de Ucrania marcó el final de los lanzamientos de la nave espacial rusa Soyuz desde la base de Kurú.
Esta situación obligó a Europa a lanzar sus misiones a través de empresas privadas, como Space X.
Ariane 6 es el resultado del trabajo de equipo industrial de 13 países guiado por la empresa Ariane Group y encabezados por Francia, Alemania e Italia, mientras que la agencia espacial francesa CNES se ocupó de los edificios de integración.
Para Ariane 6 ya hay previsto un programa de 25 lanzamientos, que estarán gestionados por Arianespace. Además de las misiones comerciales, el nuevo cohete europeo está preparado para misiones científicas de primer nivel, como la del cazador europeo de planetas Plato, que la ESA prevé lanzar en 2026.
De las dos versiones de Ariane 6, el estreno correrá a cargo de la llamada A 62, que cuenta con dos propulsores laterales, mientras que la otra versión, la A 64, tiene cuatro.
De una altura de 56 metros y un diámetro de 5,4 metros, el Ariane 6 que se prepara para volar desde el centro espacial de Kurú contiene en la parte superior, la ojiva, 11 cargamentos de empresas privadas, centros de investigación y agencias espaciales como la NASA.
De estas, seis son experimentos, tres contenedores destinados a lanzar un total de 9 Cubesat y dos de ellos son cápsulas de regreso. Durante el lanzamiento un material especial los protegerá de las tensiones térmicas y acústicas: un polímero reforzado con fibra de carbono.Los llevará en órbita, en tres lanzamientos distintos, el motor re-inflamable del estadio superior, Vinci.
Una vez entregados todos los cargamentos, el motor se volverá a encender por última vez de tal forma que llevará a la etapa superior a quemarse a la atmósfera o a una órbita cementerio, de tal forma que no quede a la deriva como una basura espacial.
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