"Será un placer compartir embarcación con la delegación de Israel", afirmó el ministro de Deportes italiano, Andrea Abodi, al dar a conocer detalles de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París del viernes, la primera de la historia fuera de un estadio y se celebrará en las aguas del río Sena.
"Tenemos mucha confianza en el sistema de seguridad francés", aclaró al aludir a las medidas que serán adoptadas por las autoridades de ese país y que serán extremas en torno a la delegación israelí frente a la grave situación en Gaza, uno de los conflictos que echan sombra sobre esta edición de los Juegos junto con la guerra entre Rusia y Ucrania.
Las diferencias entre uno y otro radican en que el segundo lo libran dos ejércitos y el primero es entre un ejército y un grupo armado e involucra a la población civil palestina, que por la brutal represalia de Israel al atentado de Hamas del 7 de octubre (que dejó unos 1.200 muertos y cientos de rehenes) padeció y padece los efectos de una ofensiva militar que provocó cerca de 40 mil víctimas, en su mayoría mujeres y niños.
Por ese motivo, fueron muchas las voces que se alzaron para que el Comité Olímpico Internacional (COI) aplicase sanciones contra Israel y marginase a sus atletas, tal como ocurrió en su momento con los deportistas rusos (y bielorrusos), en represalia por la guerra con Ucrania que estalló en febrero de 2022 y por la cual fueron obligados a competir como neutrales en la edición celebrada en Tokio en 2021 y en la que se pondrá en marcha el viernes, en cuya ceremonia inaugural no fueron autorizados a participar, así como tampoco en la de clausura.
La decisión del COI, acusado de no medir con la misma vara en escenarios "similares" al permitir que los deportistas israelíes compitan bajo su bandera y puedan escuchar el himno nacional durante las ceremonias de premiación, fue respaldada públicamente por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y avalada también por Abodi: "Pienso como Macron y no deberían sumarse motivos que generen confusión", dijo.
"No quiero entrar demasiado en detalle, pero podría sintetizarlo en la necesidad de distinguir a los agresores de los agredidos", agregó el ministro al aclarar que "esto no vale sólo para Israel" y explicar que "el dolor por lo sucedido el 7 de octubre sigue presente en nuestra memoria, más allá de que este conflicto tiene raíces en el tiempo y no soy indiferente al dolor del pueblo palestino, que es más víctima del propio Hamas que de otros".
"El deporte debe ser una herramienta de unidad y una esperanza para poder superar un conflicto que no sólo es bélico, sino que tiene muchas implicaciones", recordó Abodi, quien al aludir a sus expectativas sobre los resultados que espera de la delegación "azzurra" (compuesta por 403 atletas) luego de la gran actuación de los deportistas italianos en Tokio (donde cosecharon 40 medallas), afirmó: "Debemos honrar los Juegos. Eso es lo que sintetiza mejor el sentimiento de aquellos que lucen la casaca nacional".
"No les pedimos victorias, sino que se comporten adecuadamente y que den lo mejor de sí cuando compitan", agregó aún cuando admitió que las expectativas de medallas son altas en París, hacia donde viajarán el presidente de la República, Sergio Mattarella, y la presidenta del Consejo de Ministros, Giorgia Meloni, quien arribaría entre fines de junio y comienzos de agosto tras una visita a China.
La delegación italiana estará encabezada por el campeón olímpico de salto en alto Gianmarco Tamberi y por la esgrimista Arianna Errigo, quien participará de su cuarta edición de los Juegos como abanderada y flamante mamá de gemelos, Mirea y Stefano, que en esta ocasión podrá contar con la ayuda de una guardería que funcionará en el seno de la Villa Olímpica.
"Mis hijos estarán conmigo y toda mi familia también y será algo increíble", afirmó Errigo en diálogo con ANSA y al destacar que "contar con un espacio dedicado a las madres en la Villa es una gran conquista porque contaremos con una comodidad que resulta poco habitual en un Juego Olímpico" y que se hizo realidad frente a un pedido de la legendaria campeona olímpica estadounidense Allyson Felix.
"Estoy muy feliz y vivo cada edición de los Juegos de un moddo distinto. Esta es la más emocionante", afirmó al aludir a que será la primera que disputará acompañada por sus bebés y porque lo hará como abanderada, un momento "mágico", según ella misma lo definió al coincidir con Abodi cuando asegura que no siente temor en lo que hace a la seguridad de su familia en una "ciudad blindada", según destaca.
De los representantes italianos en los Juegos, la primera en salir al ruedo será Chiara Rebagliati, quien mañana iniciará su camino en las pruebas de arquería en la Explanada de los Invalidos, uno de los sitios emblemáticos de esta edición, y quien también se dijo "emocionada y contenta", a la vez de "sorprendida" por las instalaciones.
Después de la presentación de Rebagliati será el turno de los varones: Mauro Nespoli (en su quinto Juego Olímpico), Federico Musolesi y Alessandro Paoli, en una jornada en la que Italia formará parte de cuatro de las cinco competencias programadas: individuales femenina y masculina, por equipos masculina y por equipos mixta.
Otra italiana que debutará en los Juegos será Francesca Di Monte, jueza de línea que fue designada en la terna arbitral que dirigirá en Saint-Etienne el partido entre Canadá y Nueva Zelanda por el torneo de fútbol femenino, mientras que en el masculino debutó hoy Paolo Valeri como asistente en el VAR en un duelo con polémica entre Marruecos y Argentina.
En representación de Italia también estarán varias empresas nacionales como Technogym, líder en la producción de tecnología digital para el "fitness" que participa por novena vez en un Juego Olímpico, así como Mondo, proveedora de las las pistas de atletismo (con la de color violeta que lucirá el Stade de France) ,y de aquellas con las que contarán las canchas del torneo de básquetbol.
Presente en París también Piscinas Castiglione, que se encargó de confeccionar un total de 24 en estos Juegos, superando su propio récord de 18 en los de Río 2016, y que llevan la marca que la firma utiliza en el exterior: Myrtha Pools.
Según la Asociación italiana de productores de artículos deportivos, estos Juegos traerán aparejados beneficios a las empresas nacionales que irán de los 1.300 a los 2.600 millones de euros.
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