"No estoy preocupado, tengo plena confianza en las autoridades francesas", afirmó el alemán Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), al ser consultado sobre los sabotaje perpetrados contra la red de trenes de alta velocidad a pocas horas de la ceremonia inaugural de los Juegos de París.
Una tranquilidad que contrasta con el fastidio que generó esta situación en los cerca de 800 mil pasajeros que quedaron varados como consecuencia de un "ataque masivo" contra tres de las cuatro líneas de la compañía ferroviaria francesa Sncf, muchas de las cuales se dirigían a la capital para presenciar la fiesta inaugural que se celebrará en las aguas del río Sena.
"Varios incendios intencionales concomitantes" afectaron a tres de las cuatro líneas del TGV Atlántico, Norte y Este, informó la compañía: "Se provocaron incendios deliberados para dañar" los sistemas de las líneas de alta velocidad, explicó el grupo ferroviario en un comunicado.
El ministro de Transportes francés, Patrice Vergriete, afirmó que "todos los elementos indican que estos actos son premeditados" y calificó el sabotaje a las líneas de alta velocidad como "una acción criminal escandalosa".
Frente a esta situación, el presidente de RATP (la empresa de transporte público para las zonas urbanas de París), Jean Castex, solicitó a sus empleados "incrementar la vigilancia" en "todos los sitios sensibles" de la red.
En función de la ceremonia inaugural, los transportes regionales y los parisinos apelaron a un "plan reforzado" de cuatro fases horarias para trasladar a los cerca de 300 mil espectadores que se prevé participarán de la misma.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA