Los trenes franceses se preparan para correr en las vías italianas de alta velocidad. La empresa SNCF Voyageurs presentó al operador de la red, RFI, una solicitud para un acuerdo marco de 15 años: los primeros convoyes entrarán en servicio a partir de 2026 y el objetivo es alcanzar una cuota de mercado del 15% en pocos años.
Un movimiento destinado a dar un empuje posterior a la competencia, que hoy ve enfrentarse a dos competidores nacionales, la sociedad pública Trenitalia (Grupo Fs) y el grupo privado Italo-NTV.
Sncf Voyageurs conoce bien el mercado italiano, donde está presente desde 1995 con el servicio Artesia y desde 2011 con la conexión transfronteriza Tgv Inoui que conecta Milán, Turín y París.
"En Italia la alta velocidad es un mercado bien desarrollado", con 56 millones de pasajeros al año y en constante crecimiento, "pero creemos que el mercado todavía no está saturado", sostuvo Alain Krakovitch, director general de TGV-Intercity del grupo SNCF, citando un estudio según el cual el 80% de los pasajeros italianos que actualmente no utilizan el tren están interesados en este modo de transporte.
"Continuaremos con el servicio transfronterizo y, además, con la entrada en el mercado nacional", explicó, indicando "la ambición de alcanzar el 15% del mercado en 2030".
La operación también forma parte de la estrategia de desarrollo del grupo francés, ya presente en 9 países europeos fuera de Francia y con un tercio de clientes internacionales: "El objetivo es duplicar el número de nuestros pasajeros en Europa en los próximos 10 años".
El nuevo servicio será administrado de SNCF Voyages Italia (SVI) y comenzará sus actividades "progresivamente" del 2026 efectuando hasta 13 viajes diarios de ida y vuelta sobre dos trayectos: 9 viajes de ida y vuelta entre Turín, Milán, Roma y Nápoles y otros 4 entre Turín y Venecia. Diez ciudades atendidas (Turín, Milán, Brescia, Verona, Padua, Venecia, Bolonia, Florencia, Roma y Nápoles), pero no se excluye la posibilidad, tan pronto como sea posible, de ampliar aún más la oferta, incluyendo el sur de Italia.
Sncf correrá sobre las vías italianas con 15 convoyes del Tgv M, un nuevo tren modulable, con una mayor capacidad y más ecológico.
En Italia, las primeras líneas ferroviarias de alta velocidad se remontan a hace casi 20 años, mientras que la conexión entre Turín y Salerno se inauguró en diciembre de 2009 con el servicio Frecciarossa.
La competencia ferroviaria, sobre la cual Italia hizo de abridor en Europa, es realidad desde hace más de una década: a las Frecce del Gruppo Fs, se unieron desde el 28 de abril de 2012 a los trenes Italo de NTV, la sociedad ferroviaria privada fundada en 2006 (y que al principio tenía entre los socios propio SNCF, luego salido del grupo accionariado) y que recientemente pasó a manos del coloso Msc.
FS, que tiene un plan de inversión de más de mil millones para la compra de 46 nuevos trenes de alta velocidad que empezarán a circular en 2025, opera en la línea Av con -según la oferta de verano- 270 Frecce al día y 130.000 plazas ofertadas, conectando en total (incluyendo también el Freccialink, es decir, la conexión Frecce más autobús) más de 150 destinos en toda Italia.
El grupo italiano está presente en Francia desde 2021 con la conexión de alta velocidad París-Lyon.
Italo opera una flota de 51 trenes eléctricos energéticamente eficientes, que conectan 54 ciudades de toda Italia y dan servicio a más de 20 millones de pasajeros al año.
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