Esta es la fotografía tomada por Codacons, la asociación que defiente los intereses de los consumidores, que compara los precios de bienes y servicios en las principales ciudades italianas, examinando los datos proporcionados por el observatorio de precios específico MIMIT, tanto para las listas de precios de los bienes de consumo, desde frutas y verduras hasta la carne, como para los tarifas de los servicios, desde establecimientos públicos hasta dentistas y peluqueros, desarrollando el ranking del costo de la vida en Italia.
"Si consideramos el conjunto de bienes y servicios, Aosta es la ciudad que tiene los costes globales más altos, con un total de casi 573 euros para la compra de los bienes y servicios considerados clave en la vida cotidiana", explica Codacons. Le sigue Palermo con un coste de alrededor de 565,3 euros.
En tanto, la ciudad con el coste de vida más bajo es Nápoles, donde por los mismos bienes y servicios se gasta un total de 363 euros. En la comparación entre la ciudad más cara y la más barata, resulta que en Aosta la vida cuesta de media un 57,8% más que en Nápoles.
La situación cambia si se analiza únicamente la canasta de la compra de alimentos: "para la compra de 28 productos de consumo, desde frutas y verduras hasta productos lácteos, pasando por carne, pasta, pan, bebidas y conservas, el mayor gasto se registra en Bolzano, con una facturación de más de 208 euros, seguida de Trieste (206 euros) y Milán (203,6 euros).
El promedio nacional para los mismos artículos es de alrededor de 187 euros, añade Codacons. El carrito de alimentos "más ligero" es el de Catanzaro, en Calabria (sur), donde para la compra de los mismos productos se gastan 156,5 euros".
Una clara diferencia de precios entre Norte y Sur.
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