La ley más importante del año en Italia llega a la Cámara de Diputados y, cuando se abrió la sesión, los escaños del oficialismo estuvieron desiertos. Nadie. Detrás de una de las imágenes simbólicas de este Presupuesto Nacional 2025 se esconde una batalla campal dentro de la mayoría.
Especialmente entre FdI (Hermanos de Italia, el partido de la premier Giorgia Meloni) y Liga (del vicepremier Matteo Salvini), pero también a un nivel superior, entre Palazzo Chigi (sede del Consejo de Ministros) y en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Una situación que provoca protestas de la oposición y un bochorno evitable para Meloni, más aún porque el incidente se produce mientras ella se encuentra en el extranjero, ocupada en el Consejo Europeo de Bruselas.
De hecho, la mañana estuvo marcada por contactos frenéticos entre Roma y Bruselas, mientras el ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, y el ministro de Relaciones con el Parlamento, Luca Ciriani, se apresuraban en las gestiones.
Ciriani planteó una cuestión de confianza (la votación final se espera para mañana por la tarde) y no puede más que pedir disculpas, en su nombre y en el del Gobierno, por el retraso en el inicio de los trabajos. Puede haber "cansancio y malentendidos" pero "las justificaciones son nulas", aclara con una nota: "No pienso recurrir a la práctica de pasar la pelota como sea". Palabras de las que se desprende el fuerte malestar por la gestión de la situación.
Lo cierto es que nadie del gobierno se presentó al inicio de la sesión. En la mayoría hay quienes dicen que le tocó al subsecretario de Economía, Federico Freni, de la Liga. Él, recién salido de dos trasnochadas en la Comisión de Presupuestos, lo niega y a las 9 estuvo con un grupo de estudiantes.
Mientras tanto, media hora antes, otra subsecretaria, Lucia Albano, de FdI, quien hace un mes estuvo en el banquillo de los acusados ;;cuando el gobierno fracasó en una votación para reducir el canon de licencia de la RAI (la Radio y Televisión estatal). La cuestión se abordará mejor en los niveles superiores del gobierno el lunes, cuando también está previsto un Consejo de Ministros.
Por ahora, la protesta de la oposición sigue cn fuerza.
Una gestión "caótica e irrespetuosa", para la demócrata María Cecilia Guerra. "Es otra falta de respeto hacia el Parlamento", ataca el M5S (Movimiento Cinco Estrellas) con Leonardo Donno.
Marco Grimaldi de AVS (Verdes y Socialistas) subrayó la "gravedad institucional" de los escaños vacíos del gobierno.
"Indescriptible y muy grave", señala Benedetto Della Vedova (+E). Ciriani también les garantizó en la Cámara el "máximo compromiso para que todos los ministerios, diligentemente y como prioridad, garanticen su oportuna presencia en la Cámara y en las comisiones para que estos episodios no vuelvan a ocurrir".
Mientras tanto, en este jueves previo a Navidad en Montecitorio no abundan los diputados, pero hay versiones de jaleo. En el centro-derecha se habla de un desacuerdo entre los dos subsecretarios Freni y Albano. Pero también algunas dudas dentro de FdI sobre la forma en que el MEF gestionó el Presupuesto. Una gestión demasiado solitaria, dicen, y demasiadas medidas localistas finalmente implementadas por la Liga.
En realidad, entre las aproximadamente 300 enmiendas aprobadas, desde la reescritura de los impuestos sobre las criptomonedas hasta las pensiones, pasando por los fondos para los psicólogos en las escuelas, existen numerosos micro-reglamentos similares a favor de los territorios, presentados y votados por todos los partidos mayoritarios. Al final, en lugar del 144 originales, la ley de Presupuesto se compone del habitual artículo único de la maxi-enmienda. Y ni la temida devolución técnica a la comisión ni extractos fueron necesarios: sorprendentemente, se concretó una sobre-cobertura, algo menos de 100 millones en 2025 y algo más en 2026.
El gobierno tiene dos opciones: mejorar los saldos o, más probablemente, asignar a la cuenta de control, herramienta que el PSB (Plan Estructural Presupuestario) le da a la política económica para utilizar durante el año. En el texto que llegó a la Cámara hay una sola fe de erratas, con tres correcciones, la principal por un descuido en la regla para el bono IRES, destinado a las empresas que reinvierten sus utilidades.
Giorgetti descarta la caótica mañana señalando que "las oposiciones están haciendo su trabajo" y prevé cerrar definitivamente el Presupuesto el día 28 en el Senado. Pero es difícil reducirlo todo a "riñas de gallinero", como hacen algunos de los protagonistas de la historia. "Hay un ambiente de campaña preelectoral", espeta un parlamentario de centroderecha.
Este Presupuesto corre el riesgo de dejar alguna huella en la mayoría. En enero, razonan los parlamentarios más preocupados, quedará claro hasta qué punto.
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