Así lo dijo hoy el flamante primer ministro británico, Keir Starmer, subrayando la voluntad de una cooperación "más profunda" entre el Reino Unido y otros países de Europa y "tenderles la mano" en nombre de "un liderazgo maduro" en temas como "defensa, seguridad" y lucha contra la inmigración ilegal para "destruir el tráfico" de personas.
Starmer anunció, entre otras cosas, un plan de 84 millones de libras esterlinas (cerca 109.000 millones), una mayor cooperación en materia de investigación con la UE y nuevos acuerdos ad hoc sobre inmigración con Eslovenia y Eslovaquia.
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