"Las reflexiones de los Parlamentos son fundamentales porque recogen y expresan las sensibilidades de los pueblos", afirmó. "Por eso la diplomacia parlamentaria es importante, porque contribuye al tejido de la paz en el mundo", añadió Mattarella.
El tema lo discutió con el presidente del Congreso brasileño, Rodrigo Pacheco, luego de la reunión con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El razonamiento fue sobre un tema de alcance global: las oportunidades y riesgos de la inteligencia artificial, la necesidad de que sea regulada. Sin embargo, en esta época de reformas y decretos alineados en el Parlamento, surge el recuerdo del discurso sobre la democracia que el Jefe de Estado pronunció a principios de julio en Trieste, cuando habló del respeto de los derechos de las minorías y citó al jurista católico Egidio Tosato, que advirtió contra el absolutismo estatal y la autoridad "ilimitada".
En Brasilia, sin embargo, Mattarella discutía sobre otra cosa. Sobre "esta gran innovación" de la inteligencia artificial, que "tiene una perspectiva fascinante en la medicina y en muchos otros sectores". El alto mandatario italiano, sin embargo, ve "los riesgos". Y aquí entra en juego el papel de los Parlamentos: para Mattarella se necesita "una disciplina seria y puntual, que no obstaculice la investigación, las innovaciones que no debemos temer, pero que evite los abusos que son posibles con un instrumento tan importante".
Y luego, un pasaje autobiográfico: "Tengo un gran respeto por todo lo que hacen los Parlamentos. Llevo 25 años en el Parlamento, conozco bien la relación que se crea con el organismo electoral, con el pueblo".
Los nombramientos en Brasilia fueron los primeros del viaje de Mattarella al país sudamericano, 24 años después del último del jefe de Estado italiano, Carlo Azeglio Ciampi. "Esta visita mía llena un retraso, pero sirve para subrayar la amistad entre Italia y Brasil y la colaboración en todos los aspectos", recordó Mattarella dirigiéndose a la comunidad italiana en Brasilia.
"Hay una consonancia de valores. Los dos países tienen algo en común al querer contribuir a la paz y a la colaboración internacional", apuntó luego.
La segunda etapa es la visita a los damnificados de Rio Grande do Sul, una de las zonas más afectadas por las inundaciones, que entre abril y mayo desfiguraron este estado del sur de Brasil, la pequeña Italia al otro lado del océano, donde todavía se habla el dialecto de origen veneciano, el "taliano", y las ciudades tienen nombres venecianos, lombardos y friulanos.
En los días de la catástrofe, Italia envió 30 toneladas de material humanitario: tiendas de campaña, purificadores de agua, medicinas y suministros médicos. Una presencia, la de Mattarella, que renueva el mensaje de solidaridad y amistad de Italia. Un gesto que el líder brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quiso agradecer a Italia.
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